El buen fotógrafo, con cada disparo de su obturador está descomponiendo la realidad del mismo modo que lo hizo Picasso con Les demoiselles d'Avignon, consiguiendo con ello crear nuevas realidades, unas veces imaginadas a priori, otras como consecuencia del azar. Ese es el milagro de la fotografía: comienza siendo ciencia para proseguir siendo arte.
Los fotógrafos participantes en esta primera muestra de El Muro construyen obras que presentan fragmentos de realidad. Para ellos el arte es un acontecimiento cotidiano que se desarrolla siempre en contacto con la realidad, de ahí su interés por todo lo que les rodea: estructuras imaginadas, objetos que juegan con su sombra y su significado, recuerdos y vivencias, paisajes...
Todas estas realidades dan como resultado unas obras sugerentes y originales que llaman la atención del espectador y no le permiten sentir indiferencia ante ellas. Todo lo contrario, activan nuestro imaginario personal y producen un sin fin de interpretaciones abiertas a posibles cambios.
Comisario y Dtor. artístico de El Muro