A diferencia del retángulo del cuadro, nuestro campo visual no acaba repentinamente con ángulos rectos; nuestro campo visual es la suma de los campos visuales que se funden de manera casi inapreciable y que acaba con unos límites que no somos capaces de situar ni definir. Rothko con sus obras de madurez y Strindberg mucho antes parecen quere poner de relieve este misterio, como ya hemos visto en ocasiones es capaz de hacernos levitar en nuestro pensamiento y abstraernos a un eslabón más profundo del conocimiento.
Blog sobre arte, cómics y cultura contemporánea. Una ventana de opinión abierta al mundo.
lunes, 31 de diciembre de 2012
AUGUST STRINDBERG
A diferencia del retángulo del cuadro, nuestro campo visual no acaba repentinamente con ángulos rectos; nuestro campo visual es la suma de los campos visuales que se funden de manera casi inapreciable y que acaba con unos límites que no somos capaces de situar ni definir. Rothko con sus obras de madurez y Strindberg mucho antes parecen quere poner de relieve este misterio, como ya hemos visto en ocasiones es capaz de hacernos levitar en nuestro pensamiento y abstraernos a un eslabón más profundo del conocimiento.
lunes, 19 de noviembre de 2012
Hugo Pratt. Maestro.
jueves, 2 de agosto de 2012
ORFEO SOLER Anatomía del alma
martes, 26 de junio de 2012
ARTE EN LA NATURALEZA. La conjunción perfecta.
domingo, 1 de abril de 2012
CORTO MALTES
Decía Pratt en una entrevista en la que le preguntaban por los viajes y aventuras de su personaje más famoso: “Soy un escritor. Un tipo que hace literatura. Un fantasioso. Salvo que la manera que yo tengo de escribir es dibujando”.
Hace mucho tiempo que quiero escribir sobre Corto Maltés. Lo voy dejando, nunca me parece el momento oportuno para algo tan importante. Debo reunir acuarelas del marino que me inspiren, completar su biografía y hazañas en mi mente… Va pasando el tiempo y el mar se queja: -¡Hazlo ya! No es el miedo a la hoja en blanco lo que me invade, es el miedo a que, donde quiera que esté, el marino lea este artículo y no le guste.
Desde que cayó en mis manos hace años “La Fábula de Venecia”, y descubrí al personaje creado por Hugo Pratt, he padecido la agradable enfermedad de querer saber más sobre el marino de Malta. Sus aventuras, sus viajes, sus amores, en definitiva, todo lo que gira alrededor de un personaje tan carismático y osado que, cuando en cierta ocasión le preguntaron si esa suerte de la que presumía duraría siempre contestó: “Naturalmente, cuando era niño me di cuenta de que me faltaba en la mano la línea de la fortuna. Entonces cogí la navaja de afeitar de mi padre, y ¡zas!... me hice una a mi gusto.
Cuando leí “La balada del mar salado” pensé que quizás en el futuro podría conocer a Corto Maltés. Que me encontraría con él durante algún viaje, en un muelle lejano, le daría un fuerte apretón de manos y le pediría que volviese a dar señales de vida tan pronto como le fuese posible. Le diría que todos sus seguidores aún tenemos necesidad de él, de sus palabras y de sus silencios. Corto sonreiría, sin prometerme nada, echando al hombro su petate de marino y se alejaría para desaparecer en el horizonte a bordo de su bergantín.
A veces vuelve a mi mente este pensamiento juvenil y entonces pienso que aún es posible, que quizás el hombre con el uniforme de ningún cuerpo de marina puede aparecer en cualquier momento. Invitándonos a todos aquellos que tanto lo echamos de menos a subir en su velero, poniendo rumbo hacia mar abierto, dando inicio a otro viaje maravilloso, desde Europa a las Américas o desde África hacia los Mares del Sur, conociendo a personajes ambiguos que oscilan entre el héroe y el bandido.
Las historias de Corto Maltés no se leen para pasar el rato. Es una inmersión total hacia el ensimismamiento de sus lugares y sus personajes. Por eso Corto Maltés no tiene lectores, sino seguidores apasionados de sus aventuras. O se le ama o se le ignora.
No es una diversión ni un pasatiempo, es mucho más. Sus viñetas sirven de introducción. Son la chispa que hace saltar la búsqueda de un recorrido que cada cual construye por sí mismo, con sus propias experiencias, sueños y esperanzas.
Buscad al marino, leed una de sus historias y quedaréis atrapados en sus sueños, en sus aventuras…
Ya nunca podréis salir de ellas, pero merecerá la pena. Os lo aseguro.
Paco Linares Micó
jueves, 1 de marzo de 2012
Una grieta en el arte y en el mundo
Ojo, con esto no quiero decir que no haya gente entendida y preparada en este mundo-mundillo, pero sí es cierto que en ocasiones al propio director del museo le interesa que el visitante afirme en plan cool que le ha encantado la exposición de Mark Rohtko, aunque no haya entendido que significan los campos de color o la parte lírica que tiene este gran pintor americano. Esta de moda y queda bien en sociedad decir que se ha ido al Reina Sofía, pero ¿se ha entendido lo visto en este museo? Si no lo ha entendido dará igual, pues continuará visitando exposiciones, sin ningún rigor crítico y seguirá sumando en la estadística de visitas a la institución, que es lo que interesa.
Estamos en época de crisis, menuda novedad, ¿verdad? Sin entrar, sólo de momento, pues esto llegará más adelante, en ideas políticas, debo decir que no se debería haber llegado a esta situación: hemos permitido que la economía controle la política; que los bancos, brokers y otros seres misteriosos que mueven los hilos de la economía global se reúnan en grandes y misteriosas mansiones para decidir nuestro camino.
Ahora viene lo importante, hasta aquí no había que actuar. De momento no he solicitado nada al lector de este artículo, por ello pido a partir de este instante, al que no se haya quedado a medio camino en la lectura, un pequeño esfuerzo de imaginación:
Hagamos un paralelismo, una simbiosis entre el arte y los avances sociales desde la revolución francesa hasta nuestros días. El lema de la revolución francesa fue, al menos en principio “libertad, igualdad y fraternidad”. Fue el origen remoto de los derechos sociales y políticos que se han ido adquiriendo en los siglos posteriores. Pues bien hay también otro origen, también social y político si se quiere, fue en el arte, y por suerte para la pintura fue un grande, no un noble, fue Goya. Él fue el primero de los grandes artistas que se atrevió, con sus pinturas negras, a denunciar un determinado tipo de sociedad, fue un valiente: a los fusilamientos del tres de mayo me remito.
Francisco de Goya fue el origen del arte contemporáneo, pero no por utilizar una paleta impresionista, no por realizar un tipo de pintura que cobraba forma al alejarse de ella, que también. Sobre todo fue el origen de un arte social, de un arte que trata de denunciar las injusticias y los abusos de los fuertes sobre los débiles. Y ahora enlazo con el principio del artículo; esa es la parte que más me interesa del arte: la que nos hace pensar, la que crea conciencia y la que sirve para conseguir un mundo mejor. En definitiva: la que nos deberían enseñar en los museos públicos.
Y después de exponer estos hechos, ¿qué es lo que pido? Imaginemos que todos esos derechos y avances adquiridos hasta hoy, son el “ARTE”. Pues bien, ha llegado el momento:
Debemos superar el arte para realizarlo en la vida real.
Para muestra un botón:
En la Tate Modern de Londres se pudo ver, en el año 2008, una instalación que debería haber cambiado el rumbo del mundo por sí misma. Se que esto es infinitamente pretencioso, quizás utópico, pero es lo que pienso y así lo digo.
La intervención realizada por la colombiana Doris Salcedo en la Sala Turbinas se llamaba Sibboleth, era una “gran grieta irregular” de 167 metros de longitud. La artista de Bogotá definia su obra como “perturbadora, conflictiva y difícil”. Es una grieta que hace referencia a dos mundos, separados por una enorme fisura: el mundo desarrollado y el subdesarrollado. El mundo de los que tienen y el mundo de los que no tienen, plasmando además la enorme dificultad que puede haber para pasar de una parte a la otra.
Esta pieza fue realizada con una técnica, casi secreta que no permitía al visitante ver el fondo de la grieta, recorriendo todo el suelo de la sala, de punta a punta. “¿qué sentido tiene que sepan cuáles son los materiales que se han empleado? La importancia radica en el significado de la obra”. No tiene fondo; es tan profunda como lo es la grieta de la humanidad”.
Paco Linares
viernes, 24 de febrero de 2012
Realidades imaginadas. El Muro
El buen fotógrafo, con cada disparo de su obturador está descomponiendo la realidad del mismo modo que lo hizo Picasso con Les demoiselles d'Avignon, consiguiendo con ello crear nuevas realidades, unas veces imaginadas a priori, otras como consecuencia del azar. Ese es el milagro de la fotografía: comienza siendo ciencia para proseguir siendo arte.
Los fotógrafos participantes en esta primera muestra de El Muro construyen obras que presentan fragmentos de realidad. Para ellos el arte es un acontecimiento cotidiano que se desarrolla siempre en contacto con la realidad, de ahí su interés por todo lo que les rodea: estructuras imaginadas, objetos que juegan con su sombra y su significado, recuerdos y vivencias, paisajes...
Todas estas realidades dan como resultado unas obras sugerentes y originales que llaman la atención del espectador y no le permiten sentir indiferencia ante ellas. Todo lo contrario, activan nuestro imaginario personal y producen un sin fin de interpretaciones abiertas a posibles cambios.
Comisario y Dtor. artístico de El Muro
EL MURO
Hablemos pues de "El Muro".
El Muro es un proyecto pequeño pero muy ambicioso y con grandes pretensiones. No es El Muro de Pink Floyd, ni tampoco el de Berlín. Es un muro construido en el centro de Alicante, con vocación de mostrar a todo aquel que pase por delante de él que puede disfrutar del arte en el lugar y en la hora menos esperada.
Un ejecutivo pasa por el Bulevar, con la mirada fija en su blackberry; de repente su mirada se desvía levemente del aparato y aparece ante el una pared de ladrillo, con las fotografías de 4 jóvenes artistas que han disparado su obra hacia aquel que la quiera disfrutar. El ejecutivo deja de lado su móvil, se queda durante 5 minutos ensimismado frente a un mar que parece evaporarse en la distancia de una atmósfera nebulosa... a partir de ahí todo es nuevo, imagina su lugar ideal. Mira la siguiente fotografía: un taxi de de Nueva York le recuerda ese viaje que tenía pendiente en verano y que tuvo que aplazar por el cambio de sus vacaciones; ahora lo tiene claro: el próximo verano paseará con María por Central Park. Así pasan los 5 minutos y el ejecutivo ha olvidado el estrés y el madrugón del lunes. De repente, recuerda que le esperan para una reunión. Que esperen un poquito mas... Se dirige a la cafetería que hay a unos metros de distancia, en su semblante hay una sonrisa desconocida en él hasta entonces. -Un capuccino, por favor-. . El Muro le ha hecho ver el día de otra forma. El arte ha entrado en su vida para quedarse.
lunes, 20 de febrero de 2012
Nuestra razón de ser
¡Soltad las velas!!
¡Comienza el viaje!!