martes, 19 de febrero de 2013

¿HAY ARTE EN ARCO?



Como cada año, a mediados de febrero llega a Madrid la cita ineludible con el arte contemporáneo, o mejor dicho con el mercado del arte. Porque eso es ARCO, una feria donde se venden obras de arte, o quizás sería más adecuado definirlo como un recinto en que  se venden creaciones de artistas. Unas mejores y otras peores. Los que no solemos fallar a la cita madrileña sabemos donde vamos, ARCO no es un Museo, ni una sala de exposiciones, sino un lugar de encuentro entre coleccionistas, galeristas y porqué no, críticos de arte y comisarios que vamos al encuentro de nuevos artistas, con la esperanza de descubrir algo nuevo y fresco, que despierte, aunque sea por un momento la magia del arte en lo más profundo de nuestro ser. Y afortunadamente, a veces se consigue.


Al llegar a IFEMA, tras recoger la acreditación que me da acceso a la feria, comienzo ese ritual al que no acabo nunca de acostumbrarme. Año tras año atravieso la puerta de uno de los Pabellones que dan acceso a este lugar de encuentro donde arte y mercado  se funden en uno. Es miércoles, hasta el viernes no se permite el acceso al público en general, pero el pensamiento de que este año podré disfrutar  con calma  cada una de las galerías participantes desaparece nada más ver la cantidad de visitantes del Pabellón 8. ¿Realmente hay tantos coleccionistas y expertos que asisten a la feria en sus primeros compases?.



Me dirijo a la mesa redonda situada en la entrada, recojo toda la información habida y por haber sobre la feria, libro de artistas participantes, mapa de galerías, etc. El caos de la primera impresión al acceder comienza a desaparecer al visualizar el mapa de mano. Parece que todo tiene un sentido. Me dispongo a comenzar mi recorrido y me veo obligado, como tantos otros, a retrasar mi visita a los stands. La casualidad hace que nada más llegar me encuentre con un periodista de TVE entrevistando a Carlos Urroz, director de ARCO. 



Tras escuchar sus palabras uno tiene la sensación de entender un poco mejor  lo que hay a su alrededor. Aunque mi curiosidad puede más que seguir escuchando ese universo paralelo que tiene la feria, dejo a un lado el glamour y las cámaras y sigo a lo mío, a ver qué encuentro.

Comienzo la ruta, el stand de una galería de Londres llama mi atención: Faggionato Fine Arts, parece que solo ofrece una obra, pero es de uno de los grandes: Juan Muñoz. Raudo y veloz accedo al espacio para ver que ofrece, y ahí está, la polémica está servida:



Ni más ni menos,  es lo que aparece: una habitación blanca con una pequeña entrada dibujada al final o al principio de esta.  ¿Qué significa esto? ¿Es una idea? ¿Una de esas piezas que han convertido la feria en objetivo de periodistas a la caza de obras de arte polémicas? Lo averiguo y compruebo que no es el caso, con Juan Muñoz siempre hay algo más:

El título de la instalación es Waiting for Jerry (Esperando a Jerry). Esta pieza fue concebida en 1989, para el hijo de un amigo íntimo, y precede a la que dos años más tarde construyó para su hija Lucía, la cual sentía gran compasión por Jerry, el ratoncito vulnerable que se tenía que defender incesantemente de la presencia agresiva de Tom. En contrapunto, a su hermano Diego le parecía que el ratón era un gran incordio para el gato apacible y silencioso.

El pequeño agujero de ratón en este muro es la fortaleza de Jerry, donde él se podía esconder de la presencia amenazante del gato. Para el espectador se convierte en la “comprensión del sentido de la vida”. Un lugar en el cual desaparecer de las vicisitudes y tribulaciones de un mundo desorientado e incomprensible de objetos metafóricos y destartalados y emociones angustiadas. Como muchas de las esculturas de Muñoz, Esperando a Jerry, aunque con un deje de humor, anticipa las emociones del espectador: nostalgia, silencio, soledad y distanciamiento.

Una de las referencias latentes en la obra de Muñoz es el concepto del Teatro del Absurdo de Samuel Becket, involucrando actores ausentes, como en la obra Esperando a Godot. Aquí, como en Waiting for Jerry, encontramos una imposibilidad teórica, una obra en la cual nada acontece pero que mantiene al público intrigado y pegado a su asiento.





Después de esto y con una ligera sonrisa que me hacer pensar que este año la visita puede ser muy entretenida, echo un vistazo a la programación y compruebo que, en el pabellón 10, en  escasos  minutos, va a dar comienzo la presentación del Proyecto Heineken. Uno de los artistas participantes es Chema Madoz, en principio, su presencia es garantía de que puede ser una idea interesante. Al llegar a la presentación no hay nada más que la exposición de los participantes  a los medios y cero explicaciones sobre el sentido y fin del Proyecto Heineken, con lo cual, nada que apuntar en positivo, salvo una cosa: Madoz,  artista llano y accesible donde los haya (no es la primera vez que lo compruebo), no tiene ninguna objeción en contestar a una de mis preguntas cuando acaba la sesión de fotos, le comento: - Muy interesante todo esto pero, solo os habéis hecho fotos y no se ha hablado del proyecto ni en que consiste…-. A ello el artista me contesta con un gesto de resignación: … creo que quiso decirme algo así  “Esto es ARCO amigo, es lo que hay”. –Muchas gracias Chema, un placer hablar contigo. Y así, sin saber en qué consiste el proyecto Heineken me dirijo de nuevo a los pasillos de las galerías. Esperando que mi próxima parada sea más fructífera.




A partir de este momento me sumerjo de lleno en la feria, en su esencia, dejando de lado el famoseo, que lo hay en abundancia, y me dedico a disfrutar, a dejar de lado todo aquello que no concibo como piezas de arte y comienzo a buscar piezas artísticas que despierten mi interés, aprendizaje y descubrimiento. A partir de aquí la selección de lo mejor para quien escribe estas líneas:




Magistral pintura de Secundino Hernandez, 1975. El artista, lleva al extremo de simplicidad del trazo a sus figuras y comprime los gestos pictóricos imprescindibles para la animación de sus agitados seres. La densidad se asoma en sus pinturas, en contraposición directa con el vacío. Espontaneidad y frescura en un artista que ha bebido, sin lugar a dudas de los grandes del siglo XX:  Kandinsky, Twombly o Luis Gordillo.




Angel Marcos, 1955. En su obra  el paisaje suele ser el protanista principal, de hecho sus fotografías están íntimamente ligadas a la idea del viaje y al diálogo con el territorio recorrido. Nos sitúa delante de lo cotidiano, haciéndonos reflexionar sobre nuestra propia condición. Estas imágenes nos invitan a disfrutar en una primera mirada. Después, el espectador puede llegar a sumergirse en una sensación de interés inquietante. Sus obras están cargadas de un gran atractivo plástico, y nos devuelven al mundo con una realidad crítica poco común. 



Juan Muñoz, 1953-2001. El espejo, que a lo largo de la historia del arte ha sido un instrumento recurrente para expresar alteridad, aparece con frecuencia en las obras de Muñoz. En palabras del artista: “Mis personajes se comportan como un espejo que no puede reflejar. Están ahí para decirnos algo sobre nuestra mirada, pero no pueden hacerlo, porque no nos permiten vernos a nosotros mismos”.




Baltazar Torres. Oporto, 1961.Una de sus series más conocidas se titula ¿Es esto lo que buscabais?. Título muy que viene al pelo para recapacitar sobre la serie que se exponía en el espacio de la galería Magda Bellotti, de Madrid. Hubo una época en la que estuvimos tan acostumbrados a la cantinela del furor inmobiliario que ingnorábamos automáticamente sus devastadores efectos de cara al futuro. Seguramente habrá que esperar a que desde Google Earth se vea la imagen de nuestra península convertida en un inmenso campo de golf para empezar a tomar conciencia de la gravedad del asunto.



 Tocando numerosos temas sociales con enorme inteligencia y sentido crítico, este artista portugués  ofrece la miniaturización del hombre contemporáneo, sujeto a los efectos de esa sociedad que lo rodea, que nos rodea a todos.



        Pues bien, con todo lo expuesto hasta aquí podríamos plantearnos: ¿Hay arte en ARCO? estas son solo algunas de las creaciones de las que pude disfrutar en la feria, no son las mejores, ni tampoco las peores. Pero sí son, bajo mi modo de ver, algunas de las piezas más interesantes que pude ver. El debate está servido.




Paco Linares Micó



5 comentarios:

  1. Genial Paco,te leo desde oriente... Y veo ese caotismo de ciudad del arte...en el caos de estas calles.

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  2. Hola Paco, me sumo al agradecimiento de tus apreciaciones sobre la feria a los que no nos hemos allegado este año
    Coincidiendo sobre que una feria no sigue el rumbo de una galeria, ni museo , y sin embargo, contiene gran parte del "ir a buscar" lo que a esos sitios, me ha servido para aclararme que siempre en un gran maremagnum se pueden rescatar hechos,(adhiero a la obra de Hernández, que desconocia),artistas y tomar distancia de lo que personalmmente no nos habla, en mi caso, y p'q' conoces algo de mi obra, los trabajos que se aferran a la modalidad de "instalacion" u "escaparatismo",para exhibir através de un discurso explícito,panfletario y que pierden,pero mucho,frente a aquellos intentos, como secundino o el mismo muñoz,que no se explican sino con el discurso de su propia plastica, palabrita que parece vaciada de su sentido vertebral,pero que para mi no hace sino explicar la historia de la pintura y la escultura, segun mi vision, evitando fanatismos
    (pero de paso que sepas que las perfomances del Maca me parecieron de una teatralidad soporífera y hasta previsible, es que asi de dormidos estamos como sociedad, incluyendo a los "creadores"?)
    un abrazo y hasta otro encuentro virtual o real
    gonzalo,artemontevideanos.blogspot.com

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  3. Gracias por tu comentario Fede! me alegro de seguir aportándote alguna cosilla con mis líneas. Respecto a Pablo, lo mismo, un abrazo y gracias amigo! Que hagas una pausa en tu nueva aventura por Turquía para echar un vistazo al blog es todo un halago.
    Gonzalo, se que es difícil llegar a todo tipo de público con todas las propuestas, en lo que se refiere a las Performances del MACA, algunas gustan más y algunas gustan menos; a parte de que en determinados ámbitos también algunos artistas pueden interesar más que otros, aún así agradezco tu crítica, pues la considero bastante constructiva. Por otro lado, si con este artículo he conseguido que te interese la pintura de Secundino Hernández, ya me doy por satisfecho. Intentaré en la próxima que también te sientas atraído por la propuesta de algun artista que haga performance o arte de acción.

    Gracias a todos!

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  4. Interesante blog. Un saludo desde la otra Malta.

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