Como cada año, a mediados de febrero
llega a Madrid la cita ineludible con el arte contemporáneo, o mejor dicho con
el mercado del arte. Porque eso es ARCO, una feria donde se venden obras de
arte, o quizás sería más adecuado definirlo como un recinto en que se venden creaciones de artistas. Unas mejores
y otras peores. Los que no solemos fallar a la cita madrileña sabemos donde
vamos, ARCO no es un Museo, ni una sala de exposiciones, sino un lugar de
encuentro entre coleccionistas, galeristas y porqué no, críticos de arte y
comisarios que vamos al encuentro de nuevos artistas, con la esperanza de
descubrir algo nuevo y fresco, que despierte, aunque sea por un momento la
magia del arte en lo más profundo de nuestro ser. Y afortunadamente, a veces se
consigue.
Al llegar a IFEMA, tras recoger la
acreditación que me da acceso a la feria, comienzo ese ritual al que no acabo
nunca de acostumbrarme. Año tras año atravieso la puerta de uno de los
Pabellones que dan acceso a este lugar de encuentro donde arte y mercado se funden en uno. Es miércoles, hasta el viernes no se permite el
acceso al público en general, pero el pensamiento de que este año podré
disfrutar con calma cada
una de las galerías participantes desaparece nada más ver la cantidad de
visitantes del Pabellón 8. ¿Realmente hay tantos coleccionistas y expertos que
asisten a la feria en sus primeros compases?.
Me
dirijo a la mesa redonda situada en la entrada, recojo toda la información
habida y por haber sobre la feria, libro de artistas participantes, mapa de
galerías, etc. El caos de la primera impresión al acceder comienza a
desaparecer al visualizar el mapa de mano. Parece que todo tiene un sentido. Me
dispongo a comenzar mi recorrido y me veo obligado, como tantos otros, a
retrasar mi visita a los stands. La casualidad hace que nada más llegar me
encuentre con un periodista de TVE entrevistando a Carlos Urroz, director de
ARCO.
Tras escuchar sus palabras uno tiene la sensación de entender un poco
mejor lo que hay a su alrededor. Aunque
mi curiosidad puede más que seguir escuchando ese universo paralelo que tiene
la feria, dejo a un lado el glamour y las cámaras y sigo a lo mío, a ver qué
encuentro.
Comienzo
la ruta, el stand de una galería de Londres llama mi atención: Faggionato Fine
Arts, parece que solo ofrece una obra, pero es de uno de los grandes: Juan
Muñoz. Raudo y veloz accedo al espacio para ver que ofrece, y ahí está, la
polémica está servida:
Ni
más ni menos, es lo que aparece: una
habitación blanca con una pequeña entrada dibujada al final o al principio de esta. ¿Qué significa esto? ¿Es una idea?
¿Una de esas piezas que han convertido la feria en objetivo de periodistas a la caza de
obras de arte polémicas? Lo averiguo y compruebo que no es el caso, con Juan
Muñoz siempre hay algo más:
El
título de la instalación es Waiting for
Jerry (Esperando a Jerry). Esta pieza fue concebida en 1989, para el hijo
de un amigo íntimo, y precede a la que dos años más tarde construyó para su
hija Lucía, la cual sentía gran compasión por Jerry, el ratoncito vulnerable
que se tenía que defender incesantemente de la presencia agresiva de Tom. En
contrapunto, a su hermano Diego le parecía que el ratón era un gran incordio
para el gato apacible y silencioso.
El
pequeño agujero de ratón en este muro es la fortaleza de Jerry, donde él se
podía esconder de la presencia amenazante del gato. Para el espectador se
convierte en la “comprensión del sentido de la vida”. Un lugar en el cual
desaparecer de las vicisitudes y tribulaciones de un mundo desorientado e
incomprensible de objetos metafóricos y destartalados y emociones angustiadas.
Como muchas de las esculturas de Muñoz, Esperando
a Jerry, aunque con un deje de humor, anticipa las emociones del
espectador: nostalgia, silencio, soledad y distanciamiento.
Una
de las referencias latentes en la obra de Muñoz es el concepto del Teatro del
Absurdo de Samuel Becket, involucrando actores ausentes, como en la obra Esperando a Godot. Aquí, como en Waiting
for Jerry, encontramos una imposibilidad teórica, una obra en la cual nada
acontece pero que mantiene al público intrigado y pegado a su asiento.
Después de esto y con una ligera sonrisa
que me hacer pensar que este año la visita puede ser muy entretenida, echo un
vistazo a la programación y compruebo que, en el pabellón 10, en escasos
minutos, va a dar comienzo la presentación del Proyecto Heineken. Uno de
los artistas participantes es Chema Madoz, en principio, su presencia es garantía de que puede
ser una idea interesante. Al llegar a la presentación no hay nada más que la
exposición de los participantes a los
medios y cero explicaciones sobre el sentido y fin del Proyecto Heineken, con
lo cual, nada que apuntar en positivo, salvo una cosa: Madoz, artista llano y
accesible donde los haya (no es la primera vez que lo compruebo), no tiene
ninguna objeción en contestar a una de mis preguntas cuando acaba la sesión de
fotos, le comento: - Muy interesante todo esto pero, solo os habéis hecho fotos
y no se ha hablado del proyecto ni en que consiste…-. A ello el artista me
contesta con un gesto de resignación: … creo que quiso decirme algo así “Esto es ARCO amigo, es lo que
hay”. –Muchas gracias Chema, un placer hablar contigo. Y así, sin saber en qué
consiste el proyecto Heineken me dirijo de nuevo a los pasillos de las
galerías. Esperando que mi próxima parada sea más fructífera.
A
partir de este momento me sumerjo de lleno en la feria, en su esencia, dejando
de lado el famoseo, que lo hay en abundancia, y me dedico a disfrutar, a dejar
de lado todo aquello que no concibo como piezas de arte y comienzo a buscar
piezas artísticas que despierten mi interés, aprendizaje y descubrimiento. A
partir de aquí la selección de lo mejor para quien escribe estas líneas:
Magistral
pintura de Secundino Hernandez, 1975. El artista, lleva al extremo de
simplicidad del trazo a sus figuras y comprime los gestos pictóricos
imprescindibles para la animación de sus agitados seres. La densidad se asoma
en sus pinturas, en contraposición directa con el vacío. Espontaneidad y
frescura en un artista que ha bebido, sin lugar a dudas de los grandes del
siglo XX: Kandinsky, Twombly o Luis Gordillo.
Angel
Marcos, 1955. En su obra el paisaje
suele ser el protanista principal, de hecho sus fotografías están íntimamente
ligadas a la idea del viaje y al diálogo con el territorio recorrido. Nos sitúa
delante de lo cotidiano, haciéndonos reflexionar sobre nuestra propia
condición. Estas imágenes nos invitan a disfrutar en una primera mirada.
Después, el espectador puede llegar a sumergirse en una sensación de interés
inquietante. Sus obras están cargadas de un gran atractivo plástico, y nos
devuelven al mundo con una realidad crítica poco común.
Juan
Muñoz, 1953-2001. El espejo, que a lo largo de la historia del arte ha sido un
instrumento recurrente para expresar alteridad, aparece con frecuencia en las
obras de Muñoz. En palabras del artista: “Mis personajes se comportan como un
espejo que no puede reflejar. Están ahí para decirnos algo sobre nuestra
mirada, pero no pueden hacerlo, porque no nos permiten vernos a nosotros
mismos”.
Baltazar
Torres. Oporto, 1961.Una de sus series más conocidas se
titula ¿Es esto lo que buscabais?.
Título muy que viene al pelo para recapacitar sobre la serie que se exponía en
el espacio de la galería Magda Bellotti, de Madrid. Hubo una época en la que estuvimos tan acostumbrados a la cantinela del furor inmobiliario que ingnorábamos automáticamente sus devastadores efectos de cara al futuro. Seguramente habrá que esperar a que desde Google Earth se vea la imagen de nuestra península convertida en un inmenso campo de golf para empezar a tomar conciencia de la gravedad del asunto.
Pues bien, con todo lo expuesto hasta aquí podríamos plantearnos: ¿Hay arte en ARCO? estas son solo algunas de
las creaciones de las que pude disfrutar en la feria, no son las mejores,
ni tampoco las peores. Pero sí son, bajo mi modo de ver, algunas de las piezas
más interesantes que pude ver. El debate está servido.
Paco Linares Micó
Me ha encantado amigo.
ResponderEliminarGenial Paco,te leo desde oriente... Y veo ese caotismo de ciudad del arte...en el caos de estas calles.
ResponderEliminarHola Paco, me sumo al agradecimiento de tus apreciaciones sobre la feria a los que no nos hemos allegado este año
ResponderEliminarCoincidiendo sobre que una feria no sigue el rumbo de una galeria, ni museo , y sin embargo, contiene gran parte del "ir a buscar" lo que a esos sitios, me ha servido para aclararme que siempre en un gran maremagnum se pueden rescatar hechos,(adhiero a la obra de Hernández, que desconocia),artistas y tomar distancia de lo que personalmmente no nos habla, en mi caso, y p'q' conoces algo de mi obra, los trabajos que se aferran a la modalidad de "instalacion" u "escaparatismo",para exhibir através de un discurso explícito,panfletario y que pierden,pero mucho,frente a aquellos intentos, como secundino o el mismo muñoz,que no se explican sino con el discurso de su propia plastica, palabrita que parece vaciada de su sentido vertebral,pero que para mi no hace sino explicar la historia de la pintura y la escultura, segun mi vision, evitando fanatismos
(pero de paso que sepas que las perfomances del Maca me parecieron de una teatralidad soporífera y hasta previsible, es que asi de dormidos estamos como sociedad, incluyendo a los "creadores"?)
un abrazo y hasta otro encuentro virtual o real
gonzalo,artemontevideanos.blogspot.com
Gracias por tu comentario Fede! me alegro de seguir aportándote alguna cosilla con mis líneas. Respecto a Pablo, lo mismo, un abrazo y gracias amigo! Que hagas una pausa en tu nueva aventura por Turquía para echar un vistazo al blog es todo un halago.
ResponderEliminarGonzalo, se que es difícil llegar a todo tipo de público con todas las propuestas, en lo que se refiere a las Performances del MACA, algunas gustan más y algunas gustan menos; a parte de que en determinados ámbitos también algunos artistas pueden interesar más que otros, aún así agradezco tu crítica, pues la considero bastante constructiva. Por otro lado, si con este artículo he conseguido que te interese la pintura de Secundino Hernández, ya me doy por satisfecho. Intentaré en la próxima que también te sientas atraído por la propuesta de algun artista que haga performance o arte de acción.
Gracias a todos!
Interesante blog. Un saludo desde la otra Malta.
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